martes, 2 de agosto de 2011

Sigue llamándome por mi nombre

Su cuidadora pensaba que me reconocía porque estaba con mi pareja pero que cuando me quedase sola pues quizás volvía a confundirse. Sin embargo, ya se ha ido y ella sigue llamándome por mi nombre. Ni una sola vez me ha llamado con otro.

En un principio yo temía a que solo fueran unos días más despejados y que se pasara pero, por ahora, sigue sabiendo quien soy. Así que me queda la esperanza de que no se le olvide.

Eso sí, es verano y, normalmente, ella en esta estación está más activa y le apetece salir más y hacer cosas. Eso también le despeja y despierta la memoria porque aunque a veces no lo pensemos esa morriña del invierno también le duerme el cerebro.

Y es que, como ya os he comentado en alguna ocasión, a ella le afecta mucho el clima. Su humor, su actividad, sus ganas de moverse… dependen muchísimo del cielo y la temperatura.

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